Ya no sigas a los trabajadores falsos

Hermanos y hermanas, ustedes que aman al Señor y quieren seguirlo plenamente en su voluntad y consagrar su vida para ser parte de su verdadera Iglesia. Amigos míos, no sigan a los hombres en su extravío y se aparten para santificarse, y entonces el Señor nos dirá lo que debemos hacer, porque él tiene la intención de reunir su Iglesia (un pequeño grupo de personas) para que nosotros nacieron de Dios juntos en comunión.

No sigan a los que se extravían y se mezclan con el mundo, que se niegan a morir a todas estas cosas, a saber: al mundo, a los sentimientos carnales, al pecado y a sí mismos, para dejar que Cristo viva plenamente en ellos. No los sigas en su libertinaje y su error, no los tomes como ejemplo, porque lo que el Señor quiere es tu vida entera.

No olvidemos que son muchos los llamados pero pocos los elegidos, y que tenemos que despojarnos de todo, para crucificar al anciano que está en nosotros, por eso hay que empezar por renunciar a todo. En este mundo, apartarnos en el desierto, y comenzar a santificarnos verdaderamente en la presencia del Señor, y él nos guiará para el resto, pero no olvidemos que el Reino de Dios es forzado y que son los violentos los que se apoderan y por lo que hay que entrar por la fuerza, porque está escrito: Esfuérzate por entrar (Esfuérzate por entrar / Entra por la fuerza) por la puerta estrecha, porque muchos buscarán entrar y no podrán.
Share by: