La conversión de Pablo tiene lugar en Hechos 9. En el mismo capítulo se nos enseña que Pablo habló libremente en el Nombre del Señor, testificó en su reunión y trató de convencer a los judíos de que Jesús era el Cristo. Así que simplemente testificó de su encuentro, de lo que vio y escuchó, y durante ese tiempo estuvo en dedicación y se fue fortaleciendo. Luego se nos habla vagamente de Pablo en el capítulo 11 y lo encontramos en el capítulo 13 con hermanos y hermanas para ayunar, en la consagración, y es allí donde el Señor llamará a Pablo y a Bernabé para que entren en la obra, para evangelizar. A partir de ahí, Pablo se llena del Poder de Dios, es un hombre nuevo y comienza a trabajar verdaderamente en Cristo.
El mismo Pablo nos enseña al final de Gálatas 1 que cuando regresa por primera vez a Jerusalén ya tiene 3 años de conversión; y encontramos este momento al final del mismo capítulo de su conversión. Él nos enseña en Gálatas 2 que la segunda vez que estuvo en Jerusalén fue 14 años después de la primera vez, y encontramos este momento en Hechos 15. Entonces sabemos que en Hechos 15 Pablo tiene 17 años de conversión, lo que significa que cuando él Fue llamado a entrar en la obra en Hechos 13 ya tenía varios años de conversión, aunque no tengo detalles excepto entre 3 y 17 años.
Entonces, si quieres evangelizar sin estar listo, sin que Dios te haya dicho claramente que lo hagas, no solo por discernimiento, sino que el Señor debe ser claro, entonces caerás, no estarás listo y si vas demasiado lejos no lo superará. Deja de querer hacer, busca ser el primero. Y si ves a alguien haciendo eso, díselo, y si se niega a escucharte, huye rápido y reza por él.
Los que irán hasta el final son los que no descuidan el desierto de la preparación, la santificación antes que nada. ¿Por qué ser de vil uso, cuando uno puede ser un ÚTIL vaso de honor en las manos del Señor después de haber sido santificado de todo? ¿Por qué ser un timbal resonante? una verdad sin Amor tiene poco poder, la fe misma opera por la caridad, y la caridad se forma en nosotros al mismo tiempo que Cristo porque él es caridad, así que renunciemos a nosotros mismos totalmente hasta que Cristo se forme en nosotros y entonces verás el Poder de Dios, verá la diferencia entre los que le sirven y los que realmente no le sirven.
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