Lo primero que Dios (invisible / Espíritu) creó es su propia IMAGEN, es decir, Jesucristo. Para que podamos contemplar su rostro por la eternidad:
"Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación". (Colosenses 1:15)
Luego creó al hombre a su propia imagen (Génesis 1:27), es decir, a la semejanza de Jesucristo (su propia imagen). Esta imagen es también la santidad y la gloria de Dios que el hombre ha perdido y que debemos recuperar para poder volver a entrar en el paraíso de Dios. Solo es posible viviendo por el Espíritu Santo de Dios y por nuestra fe, con perseverancia.
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