Mis hermanos y hermanas, ustedes que quieren seguir al Señor Jesús con sinceridad y que están en pruebas, en sufrimiento ... Les animo a no dejar ir, sino a perseverar a pesar de las dificultades. Os animo a no dejaros engañar por las apariencias y a caminar por la fe, porque si la situación parece imposible de superar, debemos saber, entender y no olvidar nunca que nada es imposible para Dios y que por tanto nada es imposible. Es imposible para uno. que pone toda su confianza en Dios.
Las pruebas pueden ser más o menos difíciles, pero todas pueden superarse por la fe y por el poder de Jesús. Si su estado espiritual le hace desanimarse, o si su situación general le hace desanimarse, sepa que a través de su fe Dios puede transformar tanto su ser interior como su situación general. Él puede capacitarlo para enfrentar, soportar, superar la prueba en la que se encuentra ahora y, en última instancia, entregarle esa prueba.
Es en la mente que somos fuertes o débiles, por eso debemos acercarnos a Dios y rezarle para que nos de su pensamiento, para que renueve nuestra inteligencia y podamos ver las cosas como él las ve. Todas las pruebas tienen un objetivo común, que es llevarnos a entregarnos completamente al Señor, para que seamos verdaderos adoradores de Jesús que tienen todo su corazón para Él, y no en parte para una mujer o para una mujer. hombre, pero sólo a Dios, para que seamos realizados en todo y él se complazca en nosotros; para que seamos verdaderamente UNO con él antes que con cualquier otra persona.
Dios quiere que primero seamos UNO con él y solo con él, y aunque la pareja está llamada a ser UNO e incluso los miembros de la Iglesia están llamados a ser perfectamente UNO, primero debemos ser individual y perfectamente UNO con Dios. Si los miembros de una pareja, de una familia, de la Iglesia, no son primero UNO con Dios, es imposible que sean UNO entre sí. Todo comienza con nuestra consagración a Dios, y Dios quiere que seamos completamente suyos, porque en él se logrará la perfecta unidad con los demás, y no fuera de él.
Que Dios los bendiga poderosamente y les dé la fuerza para perseverar a pesar de las dificultades.